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Hoy no pasaré el día con mi madre porque no estamos en la misma ciudad, pero le he enviado por agencia unas azucenas, que son las flores que le recuerdan temporadas muy felices de su más temprana infancia en casa de mis bisabuelos, en cuyo jardín crecían entre perales y ciruelos.

Pero sí que disfrutaré de mi hija para la que proclamaré el día de los hijos, que como dijo José Martí: Hay un sólo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene.
Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!

Alfredo Espino

houseofblissMy mother’s hands, so caressing, 
as silk, as it, white benefactors. 
They alone are holy, only they that love, 
which everything and nothing lavish calling me! 
The doubts that relieve and complaints, 
I removed the thorns and stuck into them! 

Ungrateful for hidden burning pains, 
there is nothing like the freshness of these two lilies. 
They left my life when faded flowers 
two miracles are appeasing white anxieties! 
And when the destination evils oppress me, 
are two wings of peace about my storms. 

They are the celestial, the miraculous, they, 
because they bring me my shadow flourish stars. 
For pain, strokes, for sorrow, anointing; 
They are the only hands that have heart! 
(Rosal eternal tersuras white roses: 
learn of whiteness in maternal hands). 

I carry in my soul that doubts hidden 
when I have the wings of illusion falls, 
Maternal hands here in my chest are 
as two wings still on my heart! 
The hands of my mother know erase sadness! 
My mother’s hands scented with tenderness!

                                              Alfredo Espino

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Iris Schwarz, My Beautiful Mother, 2009.

Vía: The wallpaper files

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